Casos de entrega errónea de cuerpos se repiten

jornada.com.mx

La confusión en la entrega de cuerpos de personas que fallecieron a causa del Covid-19 se repitió el pasado fin de semana en el Hospital General de Zona (HGZ) número 47 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Lo bueno fue que la familia con el cadáver equivocado lo sepultó, y eso facilitó la corrección del error, señalaron empleados del organismo.

Unos días antes pasó algo similar con otro derechohabiente en el HGZ 8. Ahí el problema continúa debido a que aunque en el expediente clínico está la evidencia del deceso del señor Pedro Hernández, sus familiares no pudieron recuperar el cuerpo porque las personas a las que de manera equivocada se les entregó pensando que era su pariente, lo incineraron.

Aunque el IMSS ofreció disculpas, la familia Hernández decidió levantar una demanda penal ante el Ministerio Público, donde se resolverá el conflicto.

Trabajadores del instituto que aceptaron una entrevista con La Jornada, con la condición de mantener su identidad bajo reserva, comentaron que este es uno de los diversos problemas que a diario enfrentan en las áreas críticas de los nosocomios, los cuales se generan en parte por el estrés en que se encuentran, sobre todo en los lugares donde varios de sus compañeros están enfermos o han muerto por Covid-19.

Con la finalidad de prevenir el contagio del virus, deben portar los equipos de protección que incluyen gafas especiales (goggles) y generalmente están empañadas por el sudor. Así y con el temor de que no nos las podemos quitar, deben amortajar los cuerpos y guardarlos en dos bolsas.

En apego a los lineamientos institucionales, nadie más puede abrirlas en el hospital. Comentaron que a eso se suma la sobrecarga de trabajo.

En el HGZ 47, en Iztapalapa, y otros, hay días en que se registran entre 15 y 20 decesos por turno.

Comentaron que en el caso del derechohabiente del HGZ 8 se cometieron errores, incluso de la funeraria, pues tiene la obligación de tomar una fotografía del difunto antes de proceder a la incineración.

Al parecer eso no ocurrió y de ahí la desconfianza de los familiares, explicaron. En otros hospitales, como el HGZ 30, ubicado en Iztacalco, el mayor reto es la falta de liderazgo de las autoridades, empezando por el director, Rafael Monroy, designado recientemente en el cargo y quien carece de experiencia, afirmó un grupo de trabajadores.

Explicaron que por eso, aunque el IMSS tiene los equipos de protección necesarios para el personal médico, de enfermería, camilleros y todos los que están en las áreas Covid, no llegan a ese nosocomio.

Explicaron que para cada día debería haber alrededor de 900 equipos de protección disponibles, pero los directivos no están al pendiente y los insumos se agotan o llegan algunos de mala calidad y los distribuyen, en lugar de reportarlo al nivel central. Obviamente cuando me lo pongo se rompe la mascarilla o el overol. Eso es lo que de manera reiterada ocurre en el HGZ 30 y las autoridades lo saben. Ya se han hecho denuncias públicas, pero seguimos igual, sostuvieron.

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