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Puerto Vallarta, Jal. El gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, descartó que las autoridades locales hayan sido omisas para impedir el feminicidio de Luz Raquel Padilla, quien fue quemada viva el pasado fin de semana en Zapopan, aun cuando contaba con medidas de “protección vigente”.
A modo de justificación por ese crimen, aseveró que cuando alguien tiene la intención de cometer un acto de esa naturaleza, no hay estrategia ni protección gubernamental que pueda impedirlo.
“Tenemos un ambiente y una circunstancia social que nos obligaría a reflexionar a todos. Estamos hablando de un acto de violencia brutal, ni todas las medidas que pueda disponer el gobierno en cualquier nivel son suficientes cuando hay la determinación de cometer un acto tan atroz”, señaló interrogado sobre este crimen al participar en la conferencia matutina del presidente Andrés Manuel López Obrador, que ayer se realizó en este punto turístico del país en el contexto de una gira del mandatario por la Riviera Nayarita.
Pese a que la víctima –madre de un pequeño con autismo– denunció ante diversas autoridades del estado que fue amenazada de muerte por un vecino (quien alegaba no soportar las crisis del niño), el sábado varias personas la bañaron con alcohol y le prendieron fuego, lo que le causó la muerte tras tres días hospitalizada.
El gobernador aseveró que la presencia y el acompañamiento de la policía municipal de Zapopan fue permanente a partir de que se emitió la orden de protección, la cual estaba judicializada. “La orden de protección está emitida contra una persona en específico, que está detenida, pero hasta el momento no se tiene la certeza de su participación en los hechos. Hasta que no se agote la investigación y hasta que no se llegue a una conclusión, me parece que hay que manejar la información con cuidado”.
Al preguntársele si hubo omisión, sobre todo si, como aseguró, Luz Raquel contaba con protección, el mandatario local atajó: “Es que vuelvo a lo mismo: estamos hablando de un acto brutal que se va a investigar y que vamos a sancionar a los responsables. Por supuesto, estamos en toda la disposición (ayer nos reunimos con autoridades federales en la materia) de revisar y aclarar cualquier tema que tenga que ver con los protocolos de actuación. Pero insisto: las medidas que se habían tomado son las que establecen también la ley y los protocolos. Y por supuesto no podemos minimizar los hechos, los condenamos”.
–¿No tiene nada que ver con que alguien del gobierno, de seguridad, no hizo bien su trabajo? –se le reviró.
–Por supuesto que no –sostuvo.
–Pero, ¿por qué no se actuó? No es que llegaron y la mataron de un balazo y huyeron, la bañaron en alcohol y le prendieron fuego, les tomó tiempo.
–Bueno, ya contesté el punto –señaló.
Agregó que se tiene que agotar la investigación, ayudar a la familia y dar con los responsables, “y por supuesto reflexionar como sociedad, porque me parece que sería una conclusión equivocada simplemente pensar que este es un problema de actuación de la autoridad: este es un problema que evidencia una descomposición social brutal y creo que es necesario hacer también un ejercicio de reflexión en ese sentido”.