México Social: La morosa recuperación del salario

*De acuerdo con los datos oficiales, el promedio del ingreso laboral per cápita en el país es de 1,605.5 pesos mensuales…

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CIUDAD DE MÉXICO.

La economía mexicana se encuentra atrapada en una “doble trampa”: en primer lugar, el modelo económico vigente desde la década de los 80 en el siglo pasado no ha logrado traducirse en un proceso de crecimiento sostenido, por el contrario, ha seguido una tendencia mediocre a lo largo de las últimas décadas. En segundo lugar, el lento crecimiento no ha generado, en consecuencia, una economía capaz de crear los empleos necesarios para aprovechar el bono demográfico para impulsar la recuperación del poder adquisitivo de los ingresos, ni mucho menos para ampliar sustantivamente la cobertura y calidad de la seguridad social.

3.3 por ciento de crecimiento anual del PIB se registró en 2015, uno de los mejores años

En este contexto, son las personas que menos ganan, y las que además tienen condiciones laborales precarias, quienes enfrentan las mayores dificultades y los peores impactos de un modelo concentrador del ingreso y perpetuador de la pobreza para millones de familias.

UN CRECIMIENTO ANUAL DEL PIB MEDIOCRE

De acuerdo con los indicadores de corto plazo del Consejo Nacional para la Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), el promedio de crecimiento anualizado del PIB, para el periodo que va de 2012 al segundo trimestre de 2018, es de 2.6%.

En efecto, el año con mejor desempeño económico fue 2015, en el que el registro fue de 3.3% de crecimiento anual del PIB, seguido del año 2012, en el cual se registró un crecimiento de 3.7%. En contraste, el año 2013 ha sido el de menor crecimiento, pues el indicador fue de 1.4%, mientras que en los dos primeros trimestres de 2018 el crecimiento acumulado ha sido de 2%; al respecto es pertinente mencionar que la expectativa anunciada por la CEPAL para el cierre del año es de 2.3% del PIB.

INGRESOS BAJOS, LA LENTA RECUPERACIÓN

De acuerdo con los datos del Índice de la Tendencia Laboral de la Pobreza, actualizados al segundo trimestre de este 2018, 38.5% de la población que trabaja percibe ingresos por debajo del valor de la línea del bienestar (es decir, la suma del valor de la canasta alimentaria y la no alimentaria).

Ese indicador es el más bajo desde el primer trimestre de 2011, pero aún 7.5% por arriba del valor registrado en el segundo trimestre de 2008, justo antes de la crisis global; es decir, aun con la recuperación mostrada en los últimos meses, la cual es atribuible fundamentalmente al incremento nominal al valor del salario mínimo, estamos en niveles de lo que el Coneval llama la “pobreza salarial” todavía por debajo de los que teníamos como país antes de que estallara la crisis financiera a finales de la década pasada.

SUELDOS DE POBREZA

De acuerdo con el propio Coneval, el ingreso laboral per cápita mensual se ubicó en 1,605.9 pesos al cierre del segundo trimestre de 2018 (a precios de 2010, y deflactados con el valor de la canasta alimentaria). Este monto equivale a un promedio diario de 53.3 pesos por jornada de trabajo promedio.

Debe señalarse que este valor es el segundo más alto desde el primer trimestre de 2013, periodo en el cual se ubicó en 1,613 pesos per cápita, por mes.

Sin embargo, aún es significativamente más bajo que el registrado en el primer trimestre de 2012, periodo en el que se ubicó en 1,669.7; de hecho, si se compara al segundo trimestre de 2018 con el segundo trimestre de 2012, los datos son el ya señalado de 1,605.9 para el periodo referido este año, frente a 1,688.2 registrados en el segundo trimestre de 2012, y que de hecho es la cifra más alta para un trimestre entre los años señalados.

De esta forma, puede sostenerse que al cierre de la administración el salario per cápita real de las y los trabajadores del país es prácticamente del mismo nivel que el que se tenía al inicio del gobierno 2012-2018.

TRABAJO EN CONDICIONES CRÍTICAS

De acuerdo con los datos del Coneval, puede afirmarse que en los últimos años se agudizó la tendencia de precarización del empleo, pues más allá de la lenta recuperación del ingreso real per cápita, la tasa de condiciones críticas de ocupación (definida por el Inegi como el “porcentaje de la población ocupada que se encuentra trabajando menos de 35 horas a la semana por razones de mercado, más la que trabaja más de 35 horas semanales con ingresos inferiores al salario mínimo y la que labora más de 48 horas semanales ganando hasta dos salarios mínimos), se ha incrementado gradual, pero inexorablemente.

En efecto, la serie desestacionalizada que presenta el Coneval muestra que en el año 2012 la tasa promedio fue de 11.8% de la población ocupada en el país; para el año 2013 se ubicó en 12%; en 2014 tuvo una ligera mejoría al ubicarse en 11.7%; en 2015 subió a 12.4%; en 2016 llegó a 13.7%; en 2017 fue igualmente de 13.7%, mientras que en los dos primeros trimestres de este 2018 el promedio es de 15.2% de la población trabajadora que hay en México.

Estos datos deben enmarcarse, finalmente, en un contexto de cifra récord de trabajadores afiliados al IMSS, los cuales llegaron a 19.9 millones.

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