Los estudios han revelado que las células inmunitarias infectadas provocan una respuesta inflamatoria masiva.
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Las células inmunitarias infectadas con SARS-CoV-2 pueden desencadenar una respuesta inflamatoria masiva que provocaría que personas positivas a coronavirus enfermen de gravedad, sugieren dos investigaciones.
Los estudios, publicados en la revista Nature, plantean que la inflamación conduce a una dificultad respiratoria significativa y a otros daños en los órganos, características de la COVID-19 grave. Sin embargo, los científicos aún se esfuerzan por identificar qué desencadena la inflamación.
Los documentos hablan sobre dos tipos de glóbulos blancos: macrófagos en los pulmones y monocitos en la sangre, que, una vez infectados con el virus, desencadenan la inflamación. Los estudios también brindan evidencia concluyente de que el virus puede infectar y replicarse en las células inmunitarias, y revela cómo ingresa a esas células. La evidencia de tales infecciones ha sido mixta hasta ahora.
Estas nuevas investigaciones ofrecen una explicación plausible de la gravedad del progreso de la COVID-19, dice Malik Peiris, virólogo de la Universidad de Hong Kong. “No creo que sea el único o el más importante camino, pero ciertamente es interesante”.
Aún así, las células inmunes infectadas podrían ofrecer un objetivo potencial para el desarrollo de fármacos, dice Jian Zheng, inmunólogo de la Universidad de Iowa en Iowa City.
Respuesta hiperactiva
En el artículo de Nature, Judy Lieberman, inmunóloga del Boston Children’s Hospital en Massachusetts, y sus colegas analizaron muestras de sangre de personas con COVID-19.
Descubrieron que alrededor del 6 por ciento de los monocitos, células inmunitarias de “respuesta temprana” que patrullan el cuerpo en busca de invasores extraños, estaban experimentando un tipo de muerte celular asociada con la inflamación, conocida como piroptosis. Ver que muchas células mueren es inusual, dice, porque el cuerpo generalmente se deshace de las células muertas rápidamente.
Cuando los investigadores observaron las células moribundas, descubrieron que estaban infectadas con SARS-CoV-2. Sugieren que el virus probablemente estaba activando los inflamasomas, moléculas grandes que desencadenan una cascada de respuestas inflamatorias que terminaron en la muerte celular.
Los investigadores también observaron otro tipo de células inmunitarias, los macrófagos, en los pulmones de personas que habían muerto de COVID-19.
Debido a que los macrófagos recolectan basura celular, incluidos los desechos virales, ha sido difícil mostrar si los macrófagos estaban infectados con SARS-CoV-2 o simplemente absorbían estos desechos. El equipo descubrió que aproximadamente una cuarta parte de los macrófagos habían activado los inflamasomas y una fracción de ellos había sido infectada con el virus. Otras células pulmonares infectadas, el epitelio, no mostraron la misma respuesta.
Los resultados se alinean con los del segundo estudio, publicado en bioRxiv y aún no revisado por pares, por Esen Sefik, inmunólogo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Yale, New Haven, y sus colegas. También encontraron que el virus podría infectar y replicarse en macrófagos en células pulmonares humanas y en un modelo de ratón del sistema inmunológico humano. Los macrófagos mostraron la misma respuesta inflamatoria descrita por Lieberman y finalmente murieron.
El equipo también descubrió que administrar a los ratones medicamentos que bloqueaban los inflamasomas prevenía la dificultad respiratoria grave. Las drogas “rescataron a los ratones para que no estuvieran tan enfermos”, dice Sefik. Esto sugiere que los macrófagos infectados tienen un papel en la neumonía observada en personas con COVID-19 grave.
La respuesta inflamatoria de los macrófagos podría ser su forma de detener la replicación del SARS-CoV-2, dice el coautor del estudio Richard Flavell, inmunólogo, también de Yale, y el Instituto Médico Howard Hughes. Cuando se activaron los inflamasomas, el virus dejó de replicarse en las células. Pero cuando los investigadores bloquearon los inflamasomas, los macrófagos comenzaron a producir partículas virales infecciosas.
Ese es un hallazgo “sorprendente”, dice Peiris, porque muestra que los macrófagos pueden ayudar a la infección.
Pero Stanley Perlman, virólogo también de la Universidad de Iowa, dice que se necesitarán estudios de seguimiento para determinar qué tan importantes son las células inmunitarias infectadas en la inducción de COVID-19 grave en comparación con otros posibles mecanismos.