Según las autoridades, este es un nuevo modus operandi que se utiliza en todo el país.
Derivado de la difícil situación económica que enfrenta, Elena se decidió a pedir un préstamo de mil 200 pesos. Se acercó a JoséCash, una de decenas de pseudoempresas financieras, usadas para estafar.
Para acceder al préstamo Elena entregó todos sus datos (domicilio, número de teléfono y referencias), pero cuando la mujer de 23 años fue notificada que su préstamo había sido aceptado, el problema empezó.
Y es que le dijeron que sólo le iban a depositar 500 pesos, el resto se le retendrían, por concepto de comisiones y pagos adelantados. Entonces ella decidió cancelar la solicitud al advertir que estaba en ruta de ser víctima de un delito.
Un día después, la mujer empezó a recibir llamadas en las que le exigían el pago de los mil 200 pesos; empezaron siendo amables, pero luego vinieron la agresión verbal, las groserías y las amenazas.
Además, intervinieron su teléfono, robaron la lista de contactos de WhatsApp y comenzaron a mandar mensajes intimidantes a familiares y amigos. A ella, le mandaron decenas de mensajes de voz intimidantes. “Estás tonta, estás mal de tu cabeza, te caíste de cabeza de niña o porque chingados no entiendes que necesitamos tu pago, o dime sino para empezar a boletinarte (sic)”, le dijeron en uno de los primeros mensajes.
Le advirtieron que los intereses irán subiendo y luego los mensajes subieron de tono hasta amenazarla de que si no pagaba iban a ir a su casa y secuestrar a su familia, para que saldara el préstamo que nunca recibió.
Según las autoridades, este es un nuevo modus operandi que se utiliza en todo el país y en el cual están identificadas decenas de pseudoempresas que usan la mentira de los préstamos, a través de redes sociales, para extorsionar.