Claudia Sheinbaum presentó una estrategia integral con 12 ejes y más de 100 acciones para enfrentar la violencia en la entidad, una semana después del crimen del alcalde de Uruapan.
A una semana del asesinato del presidente municipal de Uruapan, Michoacán, Carlos Manzo Rodríguez, el Gobierno Federal, encabezado por Claudia Sheinbaum Pardo, anunció este domingo la puesta en marcha del “Plan Michoacán por la Paz y la Justicia”, una estrategia integral que busca frenar la violencia en el estado y responder al reclamo ciudadano por la inacción oficial tras el crimen del edil.
Durante el evento, destacó la presencia del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, a quien el propio Manzo había señalado públicamente como responsable en caso de sufrir algún daño, tras denunciar amenazas previas contra él y su familia. El alcalde fue asesinado el 1 de noviembre, durante el Festival de las Velas, hecho que provocó una ola de indignación y protestas sociales en distintos municipios michoacanos.

El Plan Michoacán por la Paz y la Justicia contempla 12 ejes de acción y más de 100 medidas operativas, con una inversión mixta superior a 57 mil millones de pesos. Según explicó la presidenta Sheinbaum, el objetivo es fortalecer la presencia del Estado, reconstruir el tejido social y garantizar la seguridad en regiones afectadas por la delincuencia organizada.
El secretario de la Defensa Nacional, Ricardo Trevilla Trejo, informó que el despliegue federal incluye más de 12 mil elementos de las fuerzas armadas, distribuidos en los municipios de Lázaro Cárdenas, Aquila y Coahuayana, además de operativos marítimos y de inteligencia para desarticular células delictivas y laboratorios de droga.
Por su parte, el almirante Raymundo Morales Ángeles, titular de la Secretaría de Marina, detalló que las operaciones estarán reforzadas con 1,781 efectivos, unidades de reconocimiento aéreo, buques, helicópteros y sistemas de vigilancia no tripulados.
El anuncio del plan llega en un contexto de creciente descontento social y exigencias de justicia por el asesinato de Carlos Manzo, considerado uno de los episodios más graves de violencia política en Michoacán en los últimos años.
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