El sujeto es señalado por múltiples homicidios, extorsión y narcotráfico; autoridades lo consideran una pieza clave en la ola de criminalidad en la entidad.
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Autoridades federales informaron la captura de Eduardo Alberto “N”, alias “Luki”, identificado como jefe de plaza del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) en el municipio de Macuspana, Tabasco.
El secretario de seguridad y protección ciudadana, Omar García Harfuch, informó en su cuenta oficial de X la detención de tres personas como resultado de trabajos de investigación del Gabinete de Seguridad, en el estado de Tabasco.
De acuerdo con Harfuch, el resultado fue gracias a la coordinación con la Fiscalía General del Estado (FGE) y permitió detener entre estas tres personas a Eduardo Alberto “N”, alias “Luki”, quien sería líder del la organización en el municipio tabasqueño.
Según el comunicado de Harfuch, fue identificado como generador de violencia en la entidad y además, está relacionado con múltiples homicidios, así como en el delito de extorsión y contra la salud.
El operativo se realizó de forma coordinada en el Ejido Dos Montes, del municipio Centro, derivado de trabajos de investigación. Junto a él, fueron detenidos Luis Ángel “N” y Diana Bereniz “N”, a quienes se les aseguraron dosis de cocaína.
El CJNG en Tabasco
Los alcances del Cártel Jalisco Nueva Generación alcanzaron niveles elevados, tanto que incluso se le relaciona con autoridades federales y estatales, como fue el caso de Hernán Bermúdez Requena, quien fungió como secretario de seguridad del estado de Tabasco de 2021 a 2024 y quien fue acusado de dirigir al grupo criminal “La Barredora”.
Las imputaciones incluyen asociación ilícita, extorsión y secuestro. El 23 de julio, autoridades federales detuvieron en Jalisco a Ulises Pinto Madera, exagente de la Policía Federal y supuesto segundo al mando de Bermúdez, acusado de delitos de extorsión, secuestro, narcotráfico y robo de combustible, también conocido como huachicol.
La situación en Tabasco cambió drásticamente bajo el mando de Bermúdez, pues experimentó un aumento de la violencia relacionada con el crimen organizado.
A principios de enero de 2024, tras una ola de robos y ataques en negocios de Villahermosa, así como bloqueos de carreteras efectuados por grupos armados, Bermúdez presentó su renuncia.
En esos días, comandos rivales protagonizaron tiroteos y quemaron más de una docena de vehículos en la capital estatal, mientras en la prisión de Huimanguillo se registró un motín.
La documentación compartida por el colectivo hacker Guacamaya y citada por InSight Crime señala que, ya en octubre de 2021, la Secretaría de la Defensa Nacional (Defensa) identificó a Bermúdez como “El Comandante H”, uno de los principales líderes de la célula Barredora del CJNG.
El informe detalló que el exfuncionario designó líderes regionales bajo su protección, algunos de los cuales participaron en secuestros masivos y robo de combustible.
El CJNG y el Cártel de Sinaloa en Tabasco
De acuerdo con InSight Crime, el CJNG, el Cártel de Sinaloa y otras células criminales han lucrado con economías ilícitas en Tabasco, como el robo de petróleo, secuestros, tráfico de drogas, tráfico de migrantes y extorsión.
Tras su renuncia, las autoridades informaron que Bermúdez huyó de México, viajando de Mérida a Panamá, luego a España y, supuestamente, ahora se encuentra en Brasil.
El caso de Bermúdez se suma a una serie de altos funcionarios mexicanos acusados de colaborar con el crimen organizado. El caso de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública de México, condenado el año pasado por recibir sobornos del Cártel de Sinaloa, y con la condena del exfiscal de Nayarit, Édgar Veytia, por delitos de narcotráfico.
El reporte de la Defensa filtrado por Guacamaya concluyó: “Se evidencia la corrupción de las autoridades estatales de Tabasco con el Cartel Jalisco Nueva Generación”.
A pesar de los informes internos generados desde 2019, las autoridades federales no emitieron una orden de arresto contra Bermúdez hasta este mes, lo cual ha generado cuestionamientos sobre la actuación oficial.
Como parte de su defensa, Adán Augusto López, entonces gobernador de Tabasco y actual senador, declaró que nunca sospechó de Bermúdez y que lo habría destituido si hubiese conocido sus nexos criminales.