*El nombre de la primera producción de Antonio Sánchez como líder de agrupación fue contundente…
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El nombre de la primera producción de Antonio Sánchez como líder de agrupación fue contundente: Migration. Y el de su disco más reciente es continuación de su postura como artista: Bad hombre.
Originario de Ciudad de México, el creador del score de la película ganadora del Óscar, Birdman (de Alejandro González Iñárritu), quien ha participado en giras y grabaciones de Pat Metheny, entre otros, rememora: “Nací en Coyoacán, en el hospital San José, ahí por el cine Pecime. Crecí por los Viveros de Coyoacán. En mi adolescencia no tenía ni un minuto libre: música en la mañana, CCH el mediodía y gimnasia olímpica en la tarde.
En 1993, cuando decidí irme fuera de México, tuve que dejar la gimnasia. Entonces, pude enfocarme totalmente en la música, sin la cual no sé qué hubiera sido de mi vida, porque tengo obsesiones; tengo demonios, como muchas personas, y por suerte, he podido enfocar algunas de esas cosas negativas de mi personalidad hacia la música.
No fue fácil el inicio: Para mi estancia en Boston, mi mamá pagó muchas cosas con su tarjeta de crédito; fue justo antes de la devaluación de 1994 y, de un día a otro, debía lo doble. Tardó años en pagar. Ya en Berklee empecé a moverme y me dieron dos tres becas; el Fonca me dio una buena también; así, ella ya no tuvo que pagar casi nada
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Año 1997, clave
Cuatro años después de su llegada a Boston vinieron los beneficios. “Considero el año de 1997 como el inicio de mi carrera en las grandes ligas, porque fue cuando empecé a trabajar con Paquito D’ Rivera, Danilo Pérez y David Sánchez. Gracias a que Danilo Pérez me recomendó con Paquito. Danilo fue una persona muy importante al principio de mi carrera. Yo estudiaba con él en el conservatorio de Nueva Inglaterra. También, en el verano de ese año, fue mi primera gira europea”.
Entre grabaciones, giras y ensayos con grandes músicos transcurrió casi una década hasta que en “2006 hice Migration, mi primer disco, y tuve la gran fortuna de invitar a Pat Metheny, a Chick Corea, a David Sánchez, a Chris Potter y a Scott Colley. Con ellos mi álbum debut no pudo estar mejor apadrinado”.
Sobre, Migration, producción debut como líder y compositor, Sánchez expresa: “Este tema tiene que ver con mi vida y con la de muchos de nosotros que vivimos en un país que no es donde nacimos. El jazz, creo, es uno de los géneros, una de las corrientes artísticas donde más inmigrantes hay, donde más inmigrantes conviven. Por ejemplo, en mi grupo –al cual, después le puse Migration– el pianista es de Inglaterra, el saxofonista de Canadá; mi esposa, quien también está en el grupo, es croata-americana; el bajista es de Estados Unidos y yo soy mexicano. Entonces, no hay mejor ejemplo que estos proyectos, para demostrar que la migración es positiva y hace que el arte tenga un sabor mucho más especial. Por eso mi grupo de base se llama Migration”.
Antonio Sánchez agrega: Los mexicanos son de las personas más talentosas que hay. Tengo la teoría de que si la cuestión migratoria no fuera tan severa para nosotros habría muchos más mexicanos en Estados Unidos haciendo jazz u otros tipos de música
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La visita a nuestro país del ganador del Grammy en un par de ocasiones tuvo como motivo “unas presentaciones de Birdman, donde exhibirán la película con música en vivo, pero decidimos cambiarlas para el año que entra por cuestiones de logística. Pero aprovechando las fechas agendadas visité a mi familia y amigos; además, coincidió que el 29 de septiembre salió mi producción más reciente, Bad hombre. Mucha gente está interesada un poco por la música y otro poco por el título, que tiene algo de polémico y de trasfondo político, por Donald Trump. Bad hombre lo grabé en mi casa. Con el título trato de contestar a Trump, decirle que hay mexicanos de provecho, que aportamos a la sociedad, que hacemos cosas interesantes, valiosas, arte”.
Bad hombre es “un proyecto solista, yo lo grabé, fui el ingeniero y productor; toqué todos los instrumentos. Es un proyecto muy personal, con una sonoridad muy diferente y particular de cualquier otra cosa que yo haya hecho: la batería es acústica y los instrumentos son ciento por ciento electrónicos. No es música electrónica, porque tiene batería, y no es jazz, porque todos los instrumentos son electrónicos. A Pat Metheny le encantó y me dijo: ‘No sé cómo definir el género de este disco, porque no se parece a nada que haya escuchado’. Cuando me dijo eso, supe que es algo interesante que no se ha hecho antes”, concluye.
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