Habitantes del municipio se manifestaron contra el proyecto impulsado por el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla, al que acusan de ser una imposición; los simpatizantes del alcalde asesinado encabezaron las protestas.
latinus.us
A lo largo de la obra del teleférico de Uruapan se han concentrado manifestaciones en exigencia de justicia por el asesinato del alcalde Carlos Alberto Manzo Rodríguez desde el domingo pasado.
Decenas de personas se apostaron en algunas estaciones del teleférico, donde realizaron pintas, gritaron consignas, rompieron cristales, derribarron estructuras metálicas e incendiaron objetos.
Se trata de una obra millonaria, aún en construcción, que cientos de habitantes de Uruapan consideran una imposición del gobierno de Michoacán, encabezado por Alfredo Ramírez Bedolla.
En diciembre de 2022, el gobernador anunció la construcción del teleférico, con una inversión de más de tres mil millones de pesos, para mejorar la movilidad y conexión de la ciudad de Uruapan.
Desde el inicio de la obra, en febrero de 2023, la construcción se ha abierto paso con el despliegue de cientos de elementos de la policía del estado para contener cualquier acción que impida su avance. La construcción también ha pasado por encima de tres amparos que ordenaron la suspensión de la obra.
El abogado Isidro Ramos, opositor al teleférico y el principal promotor de la suspensión del proyecto estrella del gobernador Ramírez Bedoya, fue asesinado el 29 de marzo pasado, a unos días de haber obtenido un amparo que frenaba la continuación de las obras.
El miedo generado por este asesinato acalló las voces opositoras al teleférico ante la sospecha de que el crimen contra el abogado pudo ser consecuencia de su activismo en contra del proyecto estatal.
Seis meses más tarde, se registró un ataque armado contra elementos de seguridad pública en donde fue asesinado el policía municipal Vidal Brígido Guzmán. El alcalde Carlos Manzo ordenó detener los trabajos de construcción del teleférico como medida de presión el 15 de septiembre.
Ese día, Manzo Rodríguez dijo que Uruapan vive una crisis de inseguridad que arrastra desde hace 25 años. Acusó que había corrupción en todos los niveles de gobierno y una descomposición en la Fiscalía y el Poder Judicial del estado. Como consecuencia, dijo, había delincuentes detenidos por la policía muncipal de Uruapan que más tarde eran liberados y volvían a delinquir.
Con el freno a las obras del teleférico, el alcalde logró el compromiso del gobierno del estado de realizar una inversión adicional de más de 300 millones de pesos en obra pública en 2026 y acciones concretas en materia de seguridad, como el despliegue de 200 elementos de la Guardia Nacional que estarían a cargo de los filtros de revisión en los accesos a la ciudad de Uruapan, la segunda más importante de Michoacán.
Fue así como Carlos Manzo permitió la reanudación de la obra del teleférico.
Pero el 8 de octubre, el alcalde informó en sus redes que los 200 elementos de la Guardia Nacional fueron retirados, dejando a “Uruapan en estado vulnerable ante las actividades ilícitas del crimen organizado”.
Ese día, Carlos Manzo pidió nuevamente a la presidenta Claudia Sheinbaum y al secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, “no dejar solo a Uruapan…”. El presidente municipal fue asesinado 24 días más tarde.







